Dans le cadre du placement judiciaire d’un enfant/adolescent, l’élaboration d’une mise à distance peut permettre d’éventuels remaniements psychiques chez lui mais aussi au sein de sa famille et amener des modifications concernant sa place symbolique dans la structure familiale. Ce travail psychique spécifique, prenant appui sur une mise à distance physique, se trouve modifié à l’ère du numérique par l’interférence des gradients de présence qu’amènent les possibilités de communication à distance.
N. Enkelaar interroge M. Stora, spécialiste des mondes virtuels, sur le rôle des réseaux sociaux dans la construction identitaire des adolescents à partir du livre Réseaux (a)sociaux, publié en 2021. Un dialogue naît autour des idéaux véhiculés par ces réseaux, de leurs paradoxes et de la manière dont ils rencontrent les problématiques adolescentes. Tantôt support, tantôt prison pour l’adolescent en devenir, ce sont ces multiples facettes des réseaux sociaux qui sont ici explorées.
La clinique contemporaine présente le patient dans une relation de plus en plus rapprochée à des images, à des figures numériques de soi et à des technologies plus largement. Cette relation a une influence, en particulier à l’adolescence, sur la construction de l’image du corps, de l’identité et des relations sociales. Par ailleurs, cette relation influence, en retour, l’espace de la relation thérapeutique. Pour le comprendre, ce texte présente six nouvelles modalités de transfert.
El interés de F. Richard por la clínica de los adolescentes y de los estados limites de una parte, y de la otra de la evolución psicosocial y cultural constituye el centro de su nueva obra muy enriquecedora; en ella, el autor articula esas dos dimensiones. El autor propone de establecer un vinculo entre la aumentación de la patología limite y la evolución del malestar en la cultura y ello en relación a una pervertización del super-yo (doble orden contradictoria de liberación y de puritanismo).
El carácter inédito de la pandemia de la Covid ha contribuido al debilitamiento de las resistencias psíquicas, y con frecuencia poniendo al día las vivencias traumáticas hasta ahora ocultas. En este contexto, la vivencia traumática ha sido solicitada a triple valencia: por el efecto del confinamiento, por el recurso omnipresente al numérico y en fin por la instalación general de tele consultaciones en la cura psíquica. Nosotros discutiremos de esta solicitación múltiple de lo traumático a la luz de la comprensión de los procesos adolescentes.
Los confinamientos vinculados al covid-19 han ocasionado una fuerte aumentación de hospitalizaciones por anorexia severa de adolescentes. Si el cuadro clínico era típico, el manejo de la hospitalización y de la cura resultó muy inhabitual. La ocupación de un espacio para sí mismo, ha permitido de retomar un trabajo de frontera permitiendo así, la restauración de la diferenciación realidad/fantasía pero también de relanzar el proceso de apropiación subjetiva y la distanciación de la efracción traumática y la regresión oral que fue inducida por la pandemia.
El artículo presenta el acompañamiento en psicobox psicoanalítico de un adolescente violento internado en un centro educativo cerrado. Las sesiones han permitido de observar la existencia de violencias frías, las cuales no son el resultado de una sexualidad agresiva si no de un re vertimiento ofensivo peligroso frente a las vivencias de petrificación del cuerpo expresivo. El artículo, interroga la lógica específica de la contra-trasferencia que que generan esas furias frias en los clínicos e identificar que tipo de soluciones de acompañamiento son posibles.
En éste último decenio, muchos adolescentes franceses se han identificado a la ideología violenta propulsada por Daesh y han entretenido vínculos con ciertos de sus miembros. De ese hecho muchos de entre ellos han seguido una psicoterapia en el marco de una obligación de cura judiciaria. A partir del seguimiento de cinco de esos adolescentes, nosotros proponemos de considerar que esta identificación puede representar una “solución radical” frente al terror de ser agredidos.
La narración de algunos momentos de la cura de una adolescente presenta como es que las figuras de la agresión siguen las vicisitudes de un “sexual”, donde se interrogan las formas cambiantes y particularmente en la organización entre la infancia y la adolescencia. La transferencia, fomenta juegos y trampas que convocan al analista a modalidades de presencia muy diversas. Al mismo tiempo que la paciente quiere ser un adulto identificándose al agresor es el niño que pide ser escuchado.
Aquí, La autora evalúa las incidencias en la cura de las primeras experiencias sexuales de los adolescentes. Dichas primeras relaciones movilizan fantasías de agresión, puesto que el vinculo entre la sexualidad y la destructividad se encarna de manera privilegiada, incluso cuando ellas son libremente consentidas. La autora hace la hipótesis que la violencia de la sexualidad infantil se impone reactivada por el carácter traumático que conlleva indefectiblemente la primera relación sexual, puesto que se trata de una novedad radical.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7