Nosotros interrogaremos los atributos trasferenciales del silencio y de la comunicación no verbal en la psicoterapia de un niño de 11 años. Cuando el silencio del analista se encuentra con el silencio del paciente, puede ocurrir que el proceso analítico, el cual busca la constitución de un destinatario secreto, tome la vía de la motricidad no verbal; las mímicas y las posturas corporales y toda la gama de expresiones indefinidas del paciente vendrían a substituir una motricidad verbal defectuosa.
Los dispositivos de mediación numérica de orientación psicoanalítica, son estudiados desde hace varios años. En este artículo les presentaremos el bricolaje y ello relacionado con el periodo de confinamiento. Se trata de un dispositivo numérico a distancia y las manifestaciones transfero-contra trasferenciales. Los efectos del dispositivo terapéutico, creado con un video juego a distancia serán interrogados en el análisis de los hechos del procesos de la pubertad del paciente adolescente.
Las interrogantes que resultan de la utilización de la transferencia durante la adolescencia siempre despiertan debates sobre la parentificación del terapeuta. Este artículo nos recuerda brevemente lo que entra en juego durante la práctica de ayer y hoy.
A partir de un caso clínico nosotros sostenemos que la actividad sexual violenta es la expresión condensada de un proceso de adolescencia puntuado de influencias y de tentativas de liberación de dicha influencia. Apoyándonos en los análisis de los movimientos transferenciales, nosotros desarrollaremos la idea según la cual la actividad sexual atestiguaría de una tentativa de liberación del encierro (narcisista y objetal), tentativa que la transferencia intenta de sostener, y de poner a trabajar para conducir hacia la vía de trasformación simbólica.
El término encerrado, nos evoca a Marcel Proust: el mismo autor, pero también “la prisionera” que el narrador dice encerrar, obligando a cada quién a adivinar al otro de manera incesante para poder escarpase de el. En análisis creer que uno sabe lo que el otro piensa a tomado otra forma: la empatía; O. Reinick a concebido un juego que él lo llama “las cartas sobre la mesa” lo cual a sus ojos es una colaboración entre el analista y el paciente. Lo que queda por saber es si se trata o no de un juego que “encierra” de manera durable al uno y al otro en la transferencia.
El término encerrado, nos evoca a Marcel Proust: El mismo autor, pero también “la prisionera” que el narrador dice encerrar, obligando a cada quién a adivinar al otro de manera incesante para poder escarpase de el. En análisis creer que uno sabe lo que el otro piensa a tomado otra forma: la empatía; O. Reinick a concebido un juego que él lo llama “las cartas sobre la mesa” lo cual a sus ojos es una colaboración entre el analista y el paciente. Lo que queda por saber es si se trata o no de un juego que “encierra” de manera durable al uno y al otro en la transferencia.
¿Qué vive un cuerpo detrás de una pantalla? La pantalla sirve tanto para desvelar como para esconder. Nosotros interrogaremos a través de dos ilustraciones clínicas de sesiones por video conferencia la cuestión de la presencia y de la circulación de los sentidos de un lado y otro de la pantalla. ¿Ver el mundo sentado detrás de su pantalla es la misma cosa que ser parte de este mundo? Ver o habitar ¿se tendría que escoger?
La clínica contemporánea el paciente es presentado en una relación cada vez más cerca de las imágenes y de figuras numéricas de si mismo pero también a las nuevas tecnologías. Esta relación influencia sobre la construcción de la imagen del cuerpo, la identidad y las relaciones sociales y ello particularmente durante el periodo de la adolescencia. De otro lado esta relación también tiene influencia sobre el espacio de la relación terapéutica. Para una mejor comprensión, este texto presenta seis nuevas modalidades de transferencia.
La narración de algunos momentos de la cura de una adolescente presenta como es que las figuras de la agresión siguen las vicisitudes de un “sexual”, donde se interrogan las formas cambiantes y particularmente en la organización entre la infancia y la adolescencia. La transferencia, fomenta juegos y trampas que convocan al analista a modalidades de presencia muy diversas. Al mismo tiempo que la paciente quiere ser un adulto identificándose al agresor es el niño que pide ser escuchado.
Nosotros abordaremos la problemática de la adolescencia irrompible a través de una paradoja. Evocando la búsqueda de la nominación por otro quien lo constituiría como sujeto. La clínica de adolescentes en la protección judiciaria de la juventud nos confronta a la violencia de la repetición pero también a la impotencia y a la desesperación. Es esencial de escuchar el odio de la trasferencia y en la transferencia para comprender los mecanismos del adolescente encadenado a esta posición de objeto excluido.
Adolescence, 2021, 39, 2, 415-424.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7