Este artículo explora el rol del silencio en un dispositivo de psicodrama individual para adolescentes. El silencio se presenta como un elemento estructurador del dispositivo y como un soporte de elaboración y de apropiación subjetiva. A partir de un caso clínico, nosotros aprofundizaremos las vicisitudes y los limites cuando el silencio ya no puede sostener el proceso asociativo. Ello revela una fragilidad de las capacidades reflexivas y conduce a los terapeutas a ajustar su capacidad de presencia.
El tratamiento debuta cuando el paciente adolescente o joven adulto se apropia de la demanda terapéutica y formula una necesidad de comprensión para el mismo. Para ello se trata de salir de un registro narcisista puesto de manera defensiva en el primer plano en los elementos del discurso, ello esconde el sufrimiento y el síntoma. La adjunción al cuadro terapéutico inicial de una sesión mensual de psicodrama a permitido aquí de manifestar una transferencia de objeto.
En esta entrevista con R. Cahn, los entrevistadores habían esencialmente utilizado como hilo conductor, Adolescencia y locura (PUF, 1991). Cuatro puntos de vista han sido sucesivamente explorados de las conceptualizaciones de Cahn respecto a la adolescencia. El lado del sujeto, el lado del objeto, el lado familiar interno/ externo, y el lado institución terapéutica.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7